El Roquer es una construcción única y excepcional situada al lado de la riera de Fontscalents. Se trata de una singular construcción de piedra, con bóveda de medio punto adovelada, de más de 10 metros de radio, y ubicada en frente de la cueva de piedra natural. Bajo la gran parábola se encuentra el obrador del antiguo lavadero de lana. Se conserva la larga mesa sobre pilares de obra de más de 6 metros de largo, el poyo de más de 10 metros, los tres canales de riego donde se dejaban las cestas con la lana sucia de la trasquilada, los fregaderos excavados directamente en la roca, los fuegos para el agua caliente, el secador en el piso superior, etc.

El Roquer es el único lavadero de lana que se conserva en Cataluña, donde, además, se desenmarañaban y aclaraban las madejas después de teñirlas y adobarlas. Fue uno de los lugares donde nació la importantísima industria textil de Castellterçol, a través del reconocido Gremi de Paraires de Sant Joan (gremio de pelaires), que tuvo su máximo esplendor en el siglo XVIII y entró en declive a partir de la segunda mitad del siglo XIX.