Molino hidráulico harinero, edificado a finales del siglo XV. Se alimentaba del agua del torrente a partir de una balsa situada al lado. En el año 1602 se construyó una masía adosada, Can Batlle, donde todavía hoy se pueden visitar algunos de sus elementos originales: la cocina, la chimenea, el fregadero, una cuba de vino, el patio y la balsa. La masía fue ampliada en el siglo XVIII y el molino estuvo en funcionamiento hasta la década de los años 1920.
En el interior, en la parte musealizada, se pueden visitar dos molinos: uno de carrete horizontal del siglo XV, y otro del siglo XIX, con una singular y destacada rueda de cajones vertical de 10 m de diámetro. El conjunto fue adquirido por el Ayuntamiento de Vallirana en 1984. Fue restaurado y adaptado como museo y espacio polivalente por el Servei del Patrimoni Arquitectònic Local de la Diputació de Barcelona entre los años 1993 y 1995, bajo dirección y proyecto del arquitecto Josep Rovira Pey. Fue uno de los primeros molinos que se rehabilitaron y restauraron en Cataluña, y se convirtió en un referente en la musealización de espacios de producción preindustrial.