El origen de Tecla Sala se remonta a mediados de siglo XIX, cuando se instaló allí un molino papelero. El edificio principal es una construcción industrial con muros de ladrillo visto de estilo “manchesteriano”, proyectado por el arquitecto Claudi Duran Ventosa en 1882. Era propiedad de la señora Tecla Sala i Miralpeix (Roda de Ter, 1886 – Barcelona, 1973) y fue una de las fábricas de hilaturas más importantes de Cataluña.
El edificio destaca por sus dimensiones y el gran número de ventanas distribuidas por todas las fachadas, que facilitan la entrada de la luz.
En el año 1973, coincidiendo con la crisis general del sector textil, se cerró la fábrica, y en 1982, el Ayuntamiento del Hospitalet compró el recinto para convertirlo en equipamiento cultural.