La estación del Norte, también conocida como estación de Vilanova, es una edificación clasicista proyectada por el ingeniero Pedro Andrés i Puigdollers construida en 1862. Se ubicó cerca de donde se construiría posteriormente el Arco de Triunfo de la Exposición Internacional de 1888, en la calle de Vilanova. Hoy en día es un espacio subterráneo, pero originalmente era al aire libre.

Se ha conservado la interesante fachada original, obra de Demetri Ribes, a pesar de que se encuentra parcialmente enterrada debido a los cambios de rasante. Esta parte del edificio presenta la curvatura característica de las estaciones ferroviarias. Contiene elementos de la Sezession vienesa y referencias de la tradición modernista local, con notables trabajos ornamentales de cristal, hierro, madera y cerámica, parcialmente conservados. La fachada y los espacios más característicos corresponden al cuerpo central, que albergaba el vestíbulo y las taquillas.

La estación fue ampliada en 1910 con la construcción de la gran cubierta con estructura metálica y cristal que se ve actualmente. El acceso principal se construyó en 1912. En el año 1972 se reformó para pasar a ser una estación de autobuses, y también se construyeron un cuartel de la Guardia Urbana y un gimnasio, donde se disputaron las pruebas de pimpón durante los Juegos Olímpicos del año 1992.