La colonia de Sant Corneli formó, junto con las de las vecinas de Sant Josep y de la Consolació, el núcleo minero más importante de Cataluña y el centro con las minas más extensas, situadas en los términos municipales de Cercs, Fígols y Vallcebre. Estas minas fueron explotadas por la empresa Carbones de Berga, S.A, fundada en 1911 y activa hasta 1991.

En 1885 la empresa italiana Garaveti, Vallino, Bovío & Cía explotaba la galería de Sant Romà, en Sant Corneli, y construía los primeros edificios que, posteriormente, formaron la Colonia. En 1895 el empresario José Enrique de Olano y Loyzaga compró la totalidad de las minas de la zona de Cercs, Fígols y Peguera, y empezó la explotación moderna del lignito. Al tratarse de un lugar aislado y sin comunicaciones, y ante la necesidad de tener mano de obra estable, Olano optó por crear una colonia con viviendas y servicios básicos para los mineros. Así, se aplicó el modelo de las colonias textiles, que ya funcionaban en la comarca del Berguedà y en otros lugares de Cataluña desde 1858.

El punto de partida de la colonia fue el núcleo de Sant Corneli, a 960 metros de altitud, donde había las primeras galerías y algunos edificios: una iglesia de origen románico dedicada a Sant Corneli, un molino harinero, algunas viviendas de los mineros y una cantina con víveres y productos de primera necesidad, así como un grupo de viviendas en el Serrat dels Bous, hoy denominado Els Tilos. A partir de este primer núcleo, se proyectó el resto de la colonia de Sant Corneli. De 1901 a 1904, se construyó la residencia particular del amo, alejada de la colonia, pero al pie de las minas, cerca de la estación del tren Fígols-Les Mines y del Santuario de la Consolació. El edificio, una torre historicista parecida a un castillo medieval, ha sido uno de los más emblemáticos de las explotaciones mineras.