El Depósito de las Aguas es un edificio proyectado por el maestro de obras Josep Fontserè en 1874 con la colaboración de Antoni Gaudí, que en aquel momento era un joven delineante. Se trata de un edificio-depósito de 6.000 metros cuadrados de superficie, que tenía que servir para suministrar agua al Parque de la Ciutadella y alimentar su cascada monumental. Fontserè ideó una estructura que coincide casi exactamente con la piscina romana de Mirabilis de Bacoli, cerca de Nápoles, un laberinto de arcos paralelos que se levantan hasta los 14 metros de altura. En la parte superior, se ubica el depósito para conseguir la presión para la red de agua.

Las generosas dimensiones del edificio han permitido albergar, a lo largo de más de un siglo, toda clase de instalaciones. En el año 1880, año en qué finalizaron las obras, se destinó a depósito de la Comissió Especial de Consums; en 1888 se rehabilitó como Pavellón de la Minería de la Exposición Universal, y más adelante, sucesivamente, fue almacén del Parc de Bombers, Archivo del Palau de Justicia, servicio de seguridad ciudadana y sede de un hogar de indigentes, enfermos mentales y huérfanos.

En 1992, después de que el Ayuntamiento de Barcelona comprara el edificio, la Universitat Pompeu Fabra lo rehabilitó para convertir el antiguo depósito en una moderna biblioteca universitaria con 600 espacios de lectura y 300.000 volúmenes de consulta. Los trabajos respetaron escrupulosamente el espíritu inicial de Fontserè. Se abrieron cinco claraboyas para dotarlo de más luz natural y se redujo la capacidad del depósito de agua, que se convirtió en una gran balsa, de escasa profundidad, de carácter histórico-testimonial.