La chimenea de hormigón armado de la cementera Sanson en Sant Just Desvern fue proyectada por el ingeniero norteamericano Clifford Tomlinson y empezó a funcionar en 1924. Sus 105 metros de estatura la convirtieron en la torre más alta de la Europa de entonces.

La chimenea formaba parte de la fábrica Sanson, dedicada a la producción de cemento. La fábrica fue construida en 1920 y era reconocida a la época por su alta productividad. El año 1947 inició la producción de prefabricados de hormigón, y el año siguiente la de cemento natural.

El uso industrial de la fábrica y la chimenea se abandonó el 1968, con el traslado de la actividad industrial de la cementera en Sant Feliu de Llobregat. Entre 1973 y 1975, el arquitecto Ricard Bofill adquirió y rehabilitó parte de las construcciones de la fábrica para instalar su vivienda y el taller de arquitectura, y el 1984 la Corporación Metropolitana de Barcelona empezó la restauración de la chimenea y los silos para ubicar equipaciones de ocio.

Posteriormente, el arquitecto Alfred Arribas proyectó una remodelación del conjunto, concluida por el arquitecto y diseñador Joan Font e inaugurada el 1996, que convirtió los túneles de humos entre la chimenea y los hornos de cemento y la misma base de la chimenea en un espacio de ocio nocturno. Se construyó un restaurante alrededor de la chimenea, suspendido a unos 18 metros de altura. A la parte superior de la chimenea hay un mirador con vistas panorámicas al cual se accede por un ascensor interior con suelo y techo transparentes.