La Destilería Balanyà era una industria familiar donde se destilaba vino o brisa para obtener aguardiente. Funcionó desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Es interesante como patrimonio industrial, tanto por su edificio como por el hecho de conservar toda la maquinaria y otros bienes muebles que explican el proceso de fabricación de aguardiente.
En el año 2009, totalmente restaurada, la destilería abrió nuevamente sus puertas para volver a destilar aguardiente. En este caso, sin embargo, como demostración pedagógica del proceso que se realizaba en el pasado. La caldera, la chimenea, la máquina de vapor, las dos ollas de hervir la brisa, la prensa, la seleccionadora de pepitas, las vagonetas y los depósitos para el tártaro vuelven a estar preparados para el visitante que desee conocer el funcionamiento de una destilería.