El edificio central de la estación elevadora de la Societat General d’Aigües de Barcelona es una obra de 1903 con influencias de la arquitectura industrial belga, en especial en las torres de los pozos. El edificio se conserva en medio de un parque ajardinado y se divide en tres grandes naves, dos paralelas y una transversal, con cubierta de teja a dos vertientes sobre encaballadas metálicas. La estructura de las naves, con un cuerpo central más alto que permite la entrada de luz, recuerda la planta basilical de muchas masías catalanas.
Los materiales que se usaron para la construcción son el hierro, el cristal y el ladrillo visto como elemento dominante en las fachadas, que también se utiliza de forma ornamental. Destacan las magníficas torres de los pozos, las construcciones residenciales aisladas destinadas a los directivos de la empresa y la espectacular sala de las máquinas de vapor. Se conserva la chimenea circular, de 35 metros de altura.
Actualmente acoge el Museu Agbar de las Aigües.