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  • Conjunto arquitectónico de la Fábrica Pagans.
    Conjunto arquitectónico de la Fábrica Pagans.
    © Teresa Llordés

    ¿Por qué visitarlo?

    Elemento histórico e industrial destacado. Monumentalidad del conjunto.

    La curiosidad

    Decoración modernista exterior. Chimenea.

    ¿En qué momento visitarlo?

    A lo largo de todo el año.

    La antigua fábrica Pagans de Celrà era una industria dedicada a la producción de extractos tánicos de origen vegetal para adobar pieles. El conjunto de edificios que la forman es un buen ejemplo de la arquitectura industrial modernista de finales del siglo XIX y principios del XX. Su elemento más vistoso es el ladrillo macizo y el mortero de cal, el aglomerante utilizado. También destacan los elementos ornamentales de las fachadas, los alféizares de las ventanas acabados con baldosas vidriadas, las chimeneas y los pináculos que coronan los edificios, todos formados por paredes de carga y vigas metálicas.

    En relación a la organización del espacio, hay que considerar que el núcleo central del conjunto dependía de la sala de máquinas, y esta, a su vez, de los hornos y calderas para admitir el vapor que hacía funcionar la máquina que accionaba todos los elementos motrices de la fábrica: molinos, generador y trituradoras. Los edificios estaban interrelacionados mecánicamente mediante un sistema de correas, poleas, engranajes y árboles de transmisión. Y, a partir de una red de cañerías, se conducía el extracto de unas dependencias a otras. Por eso, los edificios tenían que ser próximos los unos a los otros.

    El proceso de fabricación se iniciaba con el transporte en vagonetas de los troncos estibados en el patio hasta las trituradoras, que estaban junto al edificio central. La madera triturada se elevaba con una cinta de cangilones desde la planta baja hasta la azotea. En la tercera planta, había unos molinos refinadores de la madera que dejaban la materia apta para cargarla a los depósitos desde el segundo piso. Los depósitos tenían una altura de dos plantas. Cuando estaban cargados, se inyectaba vapor de agua por unas cañerías que provenían de las calderas. Cuando el vapor de agua había hecho su recorrido a través del depósito, el vapor que salía contenía los taninos de la madera. Para obtener el producto en forma líquida, el vapor se refrigeraba a través de unos evaporadores que aumentaban la concentración del extracto. Entonces, el extracto en estado líquido pasaba a la sala de bisulfitación, donde se mezclaba con este producto para conservarlo y decolorarlo. Una vez bisulfatado, el producto se envasaba en toneles. Hacia los años treinta, el sistema de producción cambió y el producto podía pasar a la sala en seco, donde se guardaba en paquetes o en sacas de forma sólida. Seguidamente, estos paquetes y toneles eran almacenados en las otras naves para su posterior distribución. El control de los procesos químicos se realizaba en los laboratorios.

    Actualmente, el conjunto de edificios alberga diferentes equipamientos y servicios municipales.

    • Datación: s.XIX
    • Protección: BCIL (4615-l de fecha 20.06.2012)

    Localización

    Carretera de Julià, 48
    17460,
    Celrà