El Secadero de les Piñas es una instalación industrial única en Cataluña y en todo el Estado. Fue construido en 1950 por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) y traspasado posteriormente al Departament d’Agricultura, Ramaderia i Pesca (DARP) de la Generalitat. Su función básica era conseguir las semillas de especias de pinos autóctonos para su replantación posterior en bosques del país. Recogía la piña verde procedente de la Cerdanya, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell principalmente, aunque también admitió piña procedente de otras comarcas de Cataluña.

Mediante calor artificial y trabajo continuado las 24 horas del día se conseguía abrir las piñas, principalmente de pino negro, y guardar, almacenar y comercializar, en grandes cantidades, sus piñones, que servían tanto para el consumo alimentario como para una repoblación de bosques. Esta instalación se convirtió en el único proveedor del antiguo ICONA. Una vez finalizado el proceso de obtención de la semilla y su correspondiente desinfección, era enviada en garrafas de vidrio al Almacén Central de Semillas, en Madrid y, posteriormente, a la empresa Forestal Catalana, que las distribuía por los cuatro viveros de Cataluña: Gerri de la Sal (Pallars Sobirà), la Pobla de Lillet (Berguedà), Vilamitjana (Pallars Jussà) y Vallcalent (término municipal de Lleida, Segrià).

El Secadero consta de dos edificios: el superior o depósito, destinado a recibir los sacos de las piñas, y el edificio principal. Los dos edificios estaban unidos por un pasillo en el que una cinta transportadora conducía las piñas hasta el almacén del primer reposo. El edificio principal tiene tres pisos bajo techo. El almacén, para un primer reposo de las piñas, tiene aperturas en el suelo que conectan con las cuatro salas del primer piso destinadas al segundo reposo de las piñas. En este primer piso se encuentra la criba y la parte superior de la torre de secado, así como el tubo de la chimenea. En la planta principal hay tres salas. En la más grande, con salida al exterior, hay la parte inferior de la torre de secado de ladrillo, el horno de hierro, conectados por un tubo con un regulador que permite el paso del aire caliente, y el Trómel, que funciona con electricidad y es de madera. En la habitación contigua hay dos máquinas revestidas de madera que funcionan eléctricamente para continuar el proceso en la tercera sala. Esta contiene una bañera alzada, recubierta interiormente de madera, que realiza la desinfección. También hay una mesa-despacho.

Este singular secadero estuvo en funcionamiento hasta 1994.