Actualmente, la fábrica es visitable y aloja el Museu de la Cervesa Damm. Se pueden contemplar las antiguas salas de braceado, actualmente conocidas como salas de cocción, que hoy en día son un luminoso hall donde se pueden ver las calderas de cocer originales. También se conserva la maquinaria, la publicidad y los envases que se han utilizado a lo largo del más de un siglo de existencia de la empresa. En el piso superior hay una sala de básculas y una terraza. Además de ser un recinto para conocer la historia industrial, se pueden celebrar varios actos multitudinarios, tanto en su interior como en el exterior.