El conjunto está formado por dos edificios casi adosados.
En el primero, el más pequeño, es donde está la serrería, que se mueve mediante una rueda hidráulica vertical que tiene en el exterior. Las serrerías hidráulicas son instrumentos que, movidos por la fuerza del agua, sierran los troncos para transformarlos en mesas, vigas o tablones. Fue construida, íntegramente con madera, a comienzos del siglo XX. Después de la Guerra Civil (1936-1939) fue modernizada: se cambiaron el eje del carrete y los brazos articulados en hierro. Estuvo en funcionamiento hasta la década de los setenta. Es una de las dos únicas serrerías hidráulicas que se conservan íntegras en Cataluña y la única en disposición de funcionar.
En el segundo edificio está el molino harinero. También se mueve mediante una rueda hidráulica, en este caso horizontal, que se puede ver en la parte inferior del edificio bajo un arco cárcavo. Alrededor de 1920, en este mismo edificio se instaló una turbina hidráulica para producir electricidad. Este molino, de finales del siglo XVIII, abasteció de harina a los vecinos hasta la década de los sesenta. Actualmente, está restaurado con los elementos originales y también se puede ver en funcionamiento.