El Depósito del Pla de l’Aigua de Lleida es un gran depósito, cuya construcción se inició en 1784 y tardó ocho años en finalizarse. Este espacio tenía como objetivo abastecer de agua potable la ciudad, para superar las deficiencias de la Lleida medieval y combatir las epidemias. El agua que lo llenaba provenía del canal de Pinyana y se distribuía a la población mediante cinco fuentes monumentales: la de l’Ensenyança, la del Roser, la de la Catedral, la de Sant Francesc y la de Sant Joan, conocida popularmente como la de las Sirenes.
Se trata de un edificio de grandes dimensiones, construido con 25 pilastras de piedra. Su capacidad es de nueve millones de litros y se conoce como Catedral del Agua.
Actualmente, los Depósitos de Agua de Lleida son un espacio visitable que forma parte del Museu de l’Aigua de Lleida.