El edificio de la bodega cooperativa de Sant Guim de Freixenet, a pesar de su nombre, se caracteriza porque, a diferencia de la mayoría de obras realizadas por Cèsar Martinell, no es una bodega vinícola, sino un almacén de cereales que sirvió al Sindicato Agrícola de Cervera. Por este motivo fue construido al lado de la estación de ferrocarril, en 1920.
El edificio es de fachada simétrica, con dos grandes arcos de entrada, que se apoyan en una singular columna redonda. El espacio destinado a vivienda y oficinas presenta pequeñas balconadas. El conjunto está construido de obra vista, de piedra y ladrillo, con un acabado curvilíneo. La planta es rectangular y diferenciada en tres naves de alturas desiguales y con grandes arcos parabólicos que se apoyan sobre pilares de claras influencias gaudinianas.
La Bodega Cooperativa de Sant Guim de Freixenet fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional en el 2000.