La bodega cooperativa de Pinell de Brai es una obra modernista de Cèsar Martinell, que se acabó de construir en 1922.
El edificio consta de cuatro naves contiguas, una de las cuales está destinada a las almazaras, y el resto, a las bodegas. Originariamente las cubiertas estaban diseñadas con encaballadas convencionales de madera, pero finalmente se construyeron como arcos parabólicos de ladrillos aplantillados. En el exterior, Martinell también quiso incrementar el valor estético de la obra y pidió al ceramista Xavier Nogués que en el friso que atraviesa la fachada horizontalmente se sustituyera la idea de combinar baldosas blancas y azules por una franja de cerámica donde se representaran escenas con prensas de vino y aceite, la vendimia y escenas de cazadores embriagados. Este se ha convertido uno de los elementos más peculiares de la obra.
Desde el exterior, la bodega tiene el aspecto de tres naves basilicales con la apertura de tres ventanales de ladrillo visto y el famoso friso cerámico que corona el basamento de piedra. Las dificultades económicas comportaron que no se colocaran las escenas del friso hasta el año 1957.
La mayoría de los materiales empleados procedían del mismo municipio de Pinell de Brai, especialmente el ladrillo que construye la estructura debido a la abundante arcilla que se encuentra en el término municipal. Este edificio fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 2002.